Comité Ambiental de San Julián y MAG realizan inspección por tala

El Comité Ambiental de San Julián, conformado por comunidades de San Julián, Cuisnahúat e Ishuatán del departamento de Sonsonate, realizó una inspección ambiental con el acompañamiento de dos delegaciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) del área de riego y forestal. El recorrido se realizó en Los Ángeles, Cantón los Lagartos, donde se está deforestando sin contar con los permisos ambientales correspondientes.

Antecedentes

En el año 2016, en la comunidad Los Ángeles se talaron tres manzanas de terreno para cultivos de hortalizas para un supermercado del país. El Comité Ambiental pudo detener la tala por falta de permisos; sin embargo la destrucción continuó y actualmente son 12 las manzanas de terreno deforestadas.

Liderazgos de la zona se reunieron la semana pasada con  en el MAG para expresar su preocupación y solicitar que se realizara una inspección para corroborar la tala en la zona y sancionar a esa empresa por no contar con las autorizaciones correspondientes.

Durante el recorrido con representantes del Ministerio, Carolina Amaya, representante de UNES, comentó: “En repetidas ocasiones se han denunciado las constantes deforestaciones en San Julián, donde los permisos se dan por un árbol y se talan 100 sin ningún monitoreo. En otras ocasiones se está talando sin ningún permiso y son las comunidades que no tienen agua potable y que se abastecen de pozos las que se ven afectadas”.

Dificultad de acceso al agua en la comunidad aledaña

José Catalino Muñoz Funes vive desde hace 13 años en Caserío Los Ángeles, Cantón Los Lagartos, y cuenta con un pozo para abastecer a su familia con agua. Sin embargo, a partir del año pasado el nivel del agua en el pozo ha bajado. José comenta que este cambio se debe a la deforestación que ha habido en la zona: “Antes le sacaba 5 barriladas de agua al pozo, ahora le saco una y tengo que esperar unas 20 hora para que el pozo vuelva a tener agua. Ellos están absorbiendo toda el agua: tienen pozos industriales y absorben mayor cantidad, dejando sin agua los pozos artesanales que son de menor profundidad”.

Dilsa Enedina Sánchez, también habitante de la zona, tiene su pozo desde hace cuatro años, del cual sacaba 5 barriladas de agua diarias. Ahora el agua del pozo ha disminuido y debe esperar unas 4 horas para que vuelva a llenarse el pozo. Dilsa explica que desde que se talaron árboles, llega menos agua en la comunidad: “Creemos que se debe a la tala de árboles, porque hemos visto la diferencia desde que se ha talado. Esto nos afecta porque ahora tenemos que ir al río todos los días, arriesgando que nos pase algo. Queremos que ya no se siga talando árboles, y que se siembren árboles para que tengamos agua”.

Al finalizar el recorrido, las delegaciones del MAG elaboraron un informe técnico de la situación. Sin embargo, la inspección quedó incompleta ya que luego de la visita los representantes del Ministerio no pudieron verificar si la empresa cuenta efectivamente con los permisos para la actividad que está desarrollando.

Liderazgos de la zona declararon que realizarán más actividades para dar a conocer la problemática que afecta a sus comunidades y urgieron al Ministerio que actúe para asegurar el cumplimiento de la Ley y garantizar el bienestar de la población.